11/1/11

Viajar, irse, partir, marcharse...

Volver... ¿adónde? Te preguntas mientras cuelgas cuadros en las paredes de tu nueva dirección. Ir... ¿adónde? Lo que tienes por delante es provisional. Lo que queda detrás, transido de provisionalidad, está disperso. La eternidad que sube con la luz desde el jardín estalla en una carcajada. Le tomas el pelo diciéndole: También tú eres una exiliada. Y te preguntas: ¿Cuántas puntas has clavado en las paredes de cuántas casas? ¿Cuántos cuadros has colgado, cuántas camas has abandonado para que duerman otros, cuántos borradores y primeros versos has olvidado en cuántos cajones, cuántas fotos de mujeres has perdido entre las páginas de libros que no has leído? ¿Cuántas veces te has preguntado: Cuántas veces me he ido de viaje, he partido, me he marchado? Y todo sin haber tenido nunca clara la diferencia entre viajar, irse, partir o marcharse, a tal punto es poderosa la quimera de los sinónimos y es propensa la metáfora a transformarse de «mi patria no es una maleta» en «mi patria es una maleta».

Mahmud Darwix:
En presencia de la ausencia (Fi hadrat al-giyab, Beirut, Riad El-Rayyes, 2006)

Traducción de Luz Gómez García

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonito. Muchas gracias por este blog.